Un viaje inesperado

Un Viaje Inesperado

Un Viaje Inesperado

Un viaje inesperado, tal cual. Siento descansar sobre la creatividad ajena, pero no pensé en mejor frase para esta entrada (luego de casi otro año sin componer). «Es muy peligroso, Frodo, cruzar la puerta. Vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pasos no sabes hacia donde te arrastrarán».

Me encontraba una tarde-noche en el patio de la casa, charlando alegremente con mi señora mientras degustábamos una buena cerveza. Más en broma que en serio, entremedio de la charla le comenté «qué te parece si busco trabajo fuera de Chile«.

«Bueno«, me dijo. Una excelente respuesta ante lo que era a toda vista, una broma del momento. Y así como dijo Bilbo, «es muy peligroso cruzar la puerta«.

Más tarde, la humorada se convirtió en algo más serio. La idea quedó dando vueltas en mi cabeza y al poco tiempo me dije a mí mismo: «mismo, ¿por qué no? ¿Qué perdemos con intentarlo?«. Volví a hablar con mi señora, esta vez con un té en la mano, y refloté el tema. ¿Estaba ella dispuesta a cambiar de país? Y de tener una respuesta afirmativa, ¿a dónde?

 

Y partimos a buscar una nueva vida

Estaba bien en mi anterior trabajo en Falabella. Aprendí toneladas, y los proyectos cada vez más entretenidos. Por lo que la idea se sustentó principalmente en ver “qué había más allá de la Comarca”. Soy el único de los cuatro hermanos que seguía en Chile.

Trabajamos con mi señora en madurar la idea y lo primero fue definir dónde queríamos ir. Analizamos opciones realistas y luego de un rato de agradable conversa acordamos que exploraríamos posibilidades en Canadá, Nueva Zelanda y España. Lo segundo fue comenzar a buscar las oportunidades laborales.

Me mentalicé en que esto sería de muy largo plazo. En normalidad ya es una tarea ardua y compleja. Lograrlo durante la pandemia sería una hazaña digna del mejor juglar. El trabajo se dividió entre la búsqueda de oportunidades laborales; investigación de la calidad de vida de los países escogidos; y de los trámites necesarios para la reubicación.

El resultado de las primeras semanas (meses diría yo) fue el esperado. Muchas ofertas; algunas postulaciones; pocas respuestas; cero positivas. Buscaba principalmente en LinkedIn, y también comencé a contactar HeadHunters de los países señalados. A quienes me aceptaron les envié mensajes consultando por información y quizás alguna postulación escondida por ahí.

En paralelo seguía investigando sobre los países elegidos y madurando el plan. Decidimos jugar todas las fichas a España. Porque me habían contado que es un país maravilloso, hablamos el mismo idioma y porque además tengo familia.

Fue un tiempo de fortaleza mental. Mi obligación era seguir aportando valor en mi trabajo a la par de aceptar que la aventura podría tener un final no feliz. A pesar de todo, había que seguir intentando y pensar sólo en el éxito.

 

Viaje a Madrid

La Gran Vía

La Gran Vía

El título es un verdadero spoiler, ¿eh?

Había comentado que me enfoqué principalmente en buscar en LinkedIn. Y como corresponde también recorrí la lista de contactos, contando mi historia y pidiendo consejos. Un amigo -amigazo- me chateó de vuelta para ponernos al día y saber más de mi plan. Llevábamos meses sin conversar y le conté todo.

«Yo te puedo recomendar en mi empresa, sin compromisos«. Uf, ¡pero qué oferta es esta! No todos los días te ofrecen algo así, ¿saben? No es común. Al menos para mí. Mi mente dijo “¡¡Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!” – mis manos escribieron “muy agradecido”.

Le envié las ofertas que me parecieron atractivas. El a cambio me dio todo: consejos cómo mejorar el CV; videos a ver para aprender más de la empresa; tips; lecturas obligatorias; y mucho ánimo. Me puse a estudiar de inmediato y en corto plazo tenía mi nuevo CV, con el cual procedí a postular. Y a esperar.

Puse mi mente en modo positivo y me preparé al máximo. Estudié sobre la empresa a la que había postulado; memoricé todos los consejos obtenidos; busqué más información por mi cuenta. Preparé documentos con posibles preguntas y repuestas.

Oficina Principal de Correos

Oficina Principal de Correos

Lo que vino luego fue tan rápido que apenas tenía tiempo para procesarlo. Me contactaron formalmente e inició el proceso: preguntaron más de mí, por qué el cambio, y cuáles serían los siguientes pasos. Me agendaron varias entrevistas donde usé toda la información recopilada y puse todo de mi parte. Esperé pacientemente (y con un nudo en el estómago) por los resultados.

Dos meses después me llamaron y dijeron «Has pasado. Bienvenido». ¿Salté de alegría? No, lo primero fue quedar en blanco. «Quedé» – dije. Luego, saltamos de alegría.

¿Y el viaje para dónde? Bueno, como había dicho, Madrid.

 

Cruzando el charco

Un buen Jamon

Un buen Jamon

El cambio no fue sencillo. Incluso con toda la ayuda que tuve (y que fue MUCHA), había que vender la casa, vender el vehículo, obtener todos los papeles necesarios, seleccionar qué nos llevaríamos y qué no. Informar a la familia de mi señora que me llevaba su hija a otro país. Buscar una casa donde vivir en una ciudad que no conocía.

Pero todo lo hicimos con la mayor de las felicidades. El sueño, la idea, el plan de largo aliento había resultado de la mejor manera posible. Había que celebrar.

Acordamos que yo viajaría primero y una semana antes de iniciar el trabajo. Mi señora un mes después porque quería estar con su familia. Luego fue esperar por el viaje y llegar a Madrid. Mi primer viaje a España. Mi primer viaje a Europa.

Viaje a Plaza de Toros de Chinchon

Viaje a Plaza de Toros de Chinchon

Y heme aquí. Llegué a principio de febrero, a las 6 de la mañana y durante una copiosa lluvia. Mi piso quedó cerca del Metro Gran Vía. Nada de dormir. Fui directo a comprar un prepago para tener Googlemaps y WhatsApp, y me puse a recorrer las cercanías. Para mí seguía siendo un sueño.

Los primeros días conocí la Fuente de Cibeles, la Puerta de Alcalá, la Puerta del Sol, el Parque del Retiro. Fui a un bar de tapas a por Jamón, Queso y Vino. Fui a visitar a mi hermana que vive en Tres Cantos, y a mi tío que vive en Horcajo. Ya hemos comido los churros en San Gines.

A la semana comencé a trabajar con la emoción contenida de estar en la mejor empresa del mundo. Y para el día en que he escrito la entrada, he conocido Chinchón y Granada; con planes de ir a Cádiz en octubre.

 

 

Well, I’m back

La Alhambra en Granada

La Alhambra en Granada

Nuevamente me disculparán esta apropiación de una frase del Señor de los Anillos. Es el final de la historia – y el inicio de una nueva aventura.

A la par de actualizar mi Blog luego de casi 1 año, también he cambiado mi proveedor de hosting y además configuré SSL para minimizar la cantidad de bots que atacan los sitios regularmente.

¿Echo de menos Chile? A la familia de mi señora, a mis amigos. Los asados de fin de semana. Los paisajes del sur que son una maravilla. Sin embargo, estoy enfocado en lo que se viene.

Gracias totales a Asdrúbal Castañeda, amigo de esos de uno en un trillón.

A Ashish Grover quien me dio la oportunidad de trabajar en un mega proyecto transformacional en un momento oscuro de mi vida, y durante el cual actualicé mis conocimientos de On Premises a MACH.

A Karan Tewari quien tuvo la paciencia de re enseñarme la profesión y ayudarme a levantarme cuando caía.

Mi Oficina

Mi Oficina

A Rodrigo Adones y Jesus Marín, quienes fueron mis partners en mi último proyecto.

A Giuliano Antonucci, quién me acompañó durante todo mi proceso de selección.

Y a todos mis ex compañeros de Falabella con los que compartí buenos momentos y estuvieron allí para conversar un café. Si alguno se me enoja por no estar aquí me puede chatear por WhatsApp jajajaja 😀

Y a Cristian Gonzalez, Arnaldo Saldías, Gamal Bassaul, Cesar Salinas, y muchos otros, ¡espero que nos volvamos a juntar!

«Well, I’m back»

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